Del libro El pulpo está crudo
Querida sobrina:
Espero que al recibir ésta te encuentres bien. Yo estoy ma-ra-vi-llo-sa. Siempre me acuerdo tanto de todos ustedes, y el otro día me dije: ‘‘¡Ay! Qué vergüenza, qué abandonada que la tengo a esta chica’’. Así que me decidí y me voy a pasar un mes con ustedes.
Tu Tía.
Querida tía:
¡Qué alegría recibir su carta! Realmente no esperábamos que se acordara de nosotros; pero, ¡qué pena! Mi casa es muy chica y no podría ofrecerle las comodidades que quisiera. No sabe cuánto lo lamento, pero seguro que no va a faltar oportunidad. Un beso grande de su sobrina que tanto la quiere.
Su sobrina.
Querida sobrina:
¡Mi amor! Criatura, ¿por qué te ponés en esas molestias? Me escribís como si te fuera a visitar un presidente. No te preocupes por mí, yo en cualquier lugarcito me arreglo. Me pueden dar la cama matrimonial y ustedes se acomodan por ahí, que son jóvenes, no como una. Estuve pensando que me puedo quedar más de un mes.
Tu tía.
Querida tía:
¡Qué suerte que se puede quedar más de un mes! Cuando se lo conté a mi marido se puso loco de contento; pero enseguida nos amragamos porque nos dimos cuenta de que en la fecha en que usted puede venir nosotros no estamos. ¡No sabe cuánto lo sentimos! Pero seguro que no va a faltar oportunidad para que venga a pasar dos o tres días.
Su sobrina.
Querida sobrina:
¡Qué cabecitas de novios que tienen ustedes dos! Si todavía no te había dicho la fecha, mi amor. No se hagan tanto problema. Yo voy a llegar el 12 de mayo y ya saqué regreso para el 10 de julio. Tuve mucha suerte porque casi no consigo.
Tu tía.
Querida tía:
La verdad, qué suerte que tuvo en conseguir los pasajes. Pero mire, con Carlos estábamos comentando lo que son las cosas ¡Ni que hubiéramos sabido! Ésa es la fecha justa que le decía que no íbamos a estar. Yo me puse muy mal, pero Carlos me dice que no me preocupe que seguro no va a faltar oportunidad para que venga un día.
Su sobrina que tanto la adora.
Querida sobrina:
¡Ay, mi amor, pero no importa! Si total yo puedo correr las fechas, total con estos pasajes no hay problema; además con las ganas que tengo de conocer a tus últimos tres nenes que todavía no los conozco. Son unos vagos, ustedes, la última vez que me invitaron fue para cuando nació Fabiancito, ¿te acordás? Mandáme a decir las fechas nomás.
Tu tía.
Querida tía:
Sí, me acuerdo que usted estuvo para cuando nació Fabián, porque cuando vino a visitarnos yo todavía no estaba embarazada. En cuanto a su viaje, parece cosa del destino, a Carlos en el trabajo lo trasladan a un lugar lejísimo que todavía no sabemos. Nos van a decir cuál es recién cuando lleguemos. ¡Es una pena! Pero igual no se preocupe porque ni bien nos instalemos le escribo mandándole nuestra nueva dirección así se pasa a tomar un rico té alguna tarde. Seguro que no va a faltar la oportunidad.
Su sobrina.
En : http://www.luispescetti.com/correspondencia/
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