En la escuela hay parte de la historia de mi trayecto
docente (y eso también lo hace personal). En la escuela aprendí a decir, a
pronunciarme.
Existen y existieron esos mapas que marcan el camino, y
nos ayudan a encontrar el rumbo. Aquellos mapas me los mostró alguien, aún veo
sus rostros en la escuela.
Algunos de esos mapas me ayudaron a volver a la infancia.
A encontrar la empatía con los más pequeños, y poder jugar y cantar.
¡Gracias
Vero por compartir un hermoso primer grado!
Otros mapas me enseñaron a leer, a reconocerme en una
historia, a emocionarme y vibrar. Mapas de cuentos e historias, con manos de
artesana.
¡Gracias Andre por enseñarme y compartir el amor por lo bello!
Otros de los mapas que pudieron navegar conmigo en un río
tan irregular como el crecimiento. Así me vieron dar vueltas con dos panzas
(hoy mis dos bellos hijos), disfrutando y procesando la cotidianeidad de la
escuela.
¡Gracias Mónica R por tu cercanía y calidez en la tarea!
Mapas, rumbos, encuentros y porque no desencuentros.
Mapas, historias, vida reconocida y recordada. Nostalgia
y alegría.
La 4 es un mapa que jamás pude dejar de buscar…
María Agresti.- ( Docente 2º grado t.t.)
6 comentarios:
muuuuuy belloooooo :)
me encantó!!!!!!!
te invito en la semana a grabarlo :)
que lindo!!!!!
Què lindo Marìa!!! Hermoso!
Gracias María por tus palabras, pero sabés que soy de las que piensan que sin una buena convivencia la tarea docente sería insostenible.
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