Como todos los maestros, he recibido en mi vida infinidad de dibujos, que si bien no tengo la sensata costumbre de guardarlos (el que me conoce sabe que para mí guardar es algo casi imposible), lo que sí registro es la carita de felicidad al momento de la entrega. Muchas veces los hacen pensando en el maestro y otras tantas los ligas porque justo estabas ahí en el momento que se terminó de hacer y ellos sienten la necesidad de regalarlos. Pienso que en cada dibujo entregan un mimo hacia el adulto que los orienta y los comprende. Hasta los alumnos más difíciles aflojan el alma a mediados de año con un dibujo (ni hablar si se trata de una de sus inteligencias múltiples más desarrolladas).
Hoy quería hablar de cómo nace el dibujo en el corazón de todos (también saben que soy una enamorada de las ilustraciones y el arte).
Espero que tengan muchas ganas de escribir y mostrar al otro lo vivido en la escuela.
Recuerdo los dibujos que les regalaba a mis maestras, siempre con un sol.
Dibujando es como ellos nos cuentan lo que sienten, cuando lo regalan seguramente es para compartirlo. Es hermoso recibir esos dibujos, son los mejores regalos!!! Cariños a todos, Andrea.
Durante la infancia es muy difìcil expresar con palabras los sentimientos, màs aùn cuando se reciben pocas palabras a cambio. Creo que a travès de esos dibujos, los chicos nos estàn dando lo mejor de si, lo que màs les gusta hacer y seguramente deben contener un hermoso mensaje de agradecimiento y cariño.
Creo que los niños nos regalan sus dibujos porque en ellos pueden expresar fácilmente sus emociones, además, es lo que pueden hacer y tienen a mano, no necesitan dinero porque no es algo que se compre, de ahí su valor. Estas obras de arte no se consiguen en comercios, son exclusivas de los corazones infantiles. Y sus destinatarios debemos regocijarnos y guardarlos como tesoros en una cajita digna del mejor rey.
Por mi trabajo asisto una vez por semana a distintas escuelas. Una mañana, durante el primer recreo, un nene de un tercer grado –desconocía si del “A” o del “B”- se había caído y estando próximo a él, me acerqué le estiré la mano y le dije sonriendo algo parecido a: “Arriba campeón que no pasó nada...”. En una de las tantas recorridas por la escuela, una maestra conocida me llama y me pregunta si yo había levantado a un nene en el recreo. Ante mi afirmativa me da un dibujo de Dragon Ball y me contó que lo había hecho tal niño –el nombre no lo recuerdo- y que era para mí pero el niño sólo le supo decir que era para “el profesor que no usa guardapolvo”. Le pedí a la maestra que lo llamara para agradecerle el dibujo.
Desde ese día, cada vez que voy a la escuela, el primero que ve al otro se acerca y nos saludamos con un fuerte apretón de mano. De mi parte me sale preguntarle “¿cómo estas campeón?” y su respuesta es siempre la misma: una sonrisa.
Los niños y las niñas nos regalan sus dibujos porque saben compartir.Creo que los chicos son 100% intuitivos y saben o intuyen de algún modo que eso que nosotros llamamos "EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE" y explicamos con palabras pomposas y legitimadas en el imaginario escolar, no es más ni menos que compartir e intercambiar algo por algo.
Me encanta recibir dibujos de los chicos, en muchos casos para mi sirvió como puente, chicos que no podían expresar lo que sentían en palabras pero si lo hacían a través de dibujos,a veces sirvieron como pedido de disculpa, otras como regalo pero siempre como una muestra de expresión muy profunda, muchas veces revisando papeles los encuentro y me acuerdo de la cara de cada uno de ellos en el momento en que me lo daba, realmente extraño mucho esos gestos, los adultos en general no nos regalamos dibujos y la verdad es una lástima. Andrea A
Yo creo que los chicos dibujan siempre (aparte de la clase de plástica) para plasmar una emoción, un sentimiento, un enojo...sensaciones internas que no pueden expresar con palabras. Entonces cuando se sienten acompañados, valorados, desafiados a descubrir un mundo a través de sus posibilidades y descubren que a pesar de las dificultades que la vida cotidiana les presenta, pueden lograr pequeños o grandes éxitos; nos regalan lo que con palabras no nos pueden decir, sus más preciados tesoros, dibujos que brillan, y nos cuentan cómo nos ven a través de sus ojos.
9 comentarios:
Como todos los maestros, he recibido en mi vida infinidad de dibujos, que si bien no tengo la sensata costumbre de guardarlos (el que me conoce sabe que para mí guardar es algo casi imposible), lo que sí registro es la carita de felicidad al momento de la entrega. Muchas veces los hacen pensando en el maestro y otras tantas los ligas porque justo estabas ahí en el momento que se terminó de hacer y ellos sienten la necesidad de regalarlos.
Pienso que en cada dibujo entregan un mimo hacia el adulto que los orienta y los comprende. Hasta los alumnos más difíciles aflojan el alma a mediados de año con un dibujo (ni hablar si se trata de una de sus inteligencias múltiples más desarrolladas).
Hoy quería hablar de cómo nace el dibujo en el corazón de todos (también saben que soy una enamorada de las ilustraciones y el arte).
Espero que tengan muchas ganas de escribir y mostrar al otro lo vivido en la escuela.
Recuerdo los dibujos que les regalaba a mis maestras, siempre con un sol.
Abrazos. Andrea.-
Dibujando es como ellos nos cuentan lo que sienten, cuando lo regalan seguramente es para compartirlo.
Es hermoso recibir esos dibujos, son los mejores regalos!!!
Cariños a todos,
Andrea.
Durante la infancia es muy difìcil expresar con palabras los sentimientos, màs aùn cuando se reciben pocas palabras a cambio.
Creo que a travès de esos dibujos, los chicos nos estàn dando lo mejor de si, lo que màs les gusta hacer y seguramente deben contener un hermoso mensaje de agradecimiento y cariño.
Creo que los niños nos regalan sus dibujos porque en ellos pueden expresar fácilmente sus emociones, además, es lo que pueden hacer y tienen a mano, no necesitan dinero porque no es algo que se compre, de ahí su valor.
Estas obras de arte no se consiguen en comercios, son exclusivas de los corazones infantiles. Y sus destinatarios debemos regocijarnos y guardarlos como tesoros en una cajita digna del mejor rey.
Por mi trabajo asisto una vez por semana a distintas escuelas. Una mañana, durante el primer recreo, un nene de un tercer grado –desconocía si del “A” o del “B”- se había caído y estando próximo a él, me acerqué le estiré la mano y le dije sonriendo algo parecido a: “Arriba campeón que no pasó nada...”.
En una de las tantas recorridas por la escuela, una maestra conocida me llama y me pregunta si yo había levantado a un nene en el recreo. Ante mi afirmativa me da un dibujo de Dragon Ball y me contó que lo había hecho tal niño –el nombre no lo recuerdo- y que era para mí pero el niño sólo le supo decir que era para “el profesor que no usa guardapolvo”. Le pedí a la maestra que lo llamara para agradecerle el dibujo.
Desde ese día, cada vez que voy a la escuela, el primero que ve al otro se acerca y nos saludamos con un fuerte apretón de mano. De mi parte me sale preguntarle “¿cómo estas campeón?” y su respuesta es siempre la misma: una sonrisa.
Los niños y las niñas nos regalan sus dibujos porque saben compartir.Creo que los chicos son 100% intuitivos y saben o intuyen de algún modo que eso que nosotros llamamos "EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE" y explicamos con palabras pomposas y legitimadas en el imaginario escolar, no es más ni menos que compartir e intercambiar algo por algo.
Me encanta recibir dibujos de los chicos, en muchos casos para mi sirvió como puente, chicos que no podían expresar lo que sentían en palabras pero si lo hacían a través de dibujos,a veces sirvieron como pedido de disculpa, otras como regalo pero siempre como una muestra de expresión muy profunda, muchas veces revisando papeles los encuentro y me acuerdo de la cara de cada uno de ellos en el momento en que me lo daba, realmente extraño mucho esos gestos, los adultos en general no nos regalamos dibujos y la verdad es una lástima. Andrea A
Gracias a todos los que nos escriben.
Yo creo que los chicos dibujan siempre (aparte de la clase de plástica) para plasmar una emoción, un sentimiento, un enojo...sensaciones internas que no pueden expresar con palabras. Entonces cuando se sienten acompañados, valorados, desafiados a descubrir un mundo a través de sus posibilidades y descubren que a pesar de las dificultades que la vida cotidiana les presenta, pueden lograr pequeños o grandes éxitos; nos regalan lo que con palabras no nos pueden decir, sus más preciados tesoros, dibujos que brillan, y nos cuentan cómo nos ven a través de sus ojos.
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