Mi cabaña de sol es mediana y tiene un maravilloso color amarillo.
En ésta cabaña vive una sola persona. Esa persona es muy gentil y muy amable. Casi nunca sale de su cabaña, se la pasa sentado leyendo diarios. Pero, a veces, hace otras cosas no sólo leer diarios. Él, tiene un vecino que también es amable y tiene su mismo apellido.
El señor que lee diarios se llama Juan Carlos y el vecino se llama José Carlos, el apellido es Acosta.
José y Juan se llevan muy bien. Juan cree que son hermanos o primos, porque llevan el mismo apellido.
_Yo vivo en una cabaña de luna y vos en una de sol_ dijo Juan.
Pero José le responde: _Y eso que tiene que ver, a vos, tal vez, te gusta la luna y a mi el sol.
¿Qué decís , qué adivinas? Que me gusta la luna y a vos el sol, y por eso crees que somos hermanos. ¿Sí o no ? ¡No somos hermanos!
Entonces_dice Juan_ hagamos un análisis de sangre.
Bueno, vamos_ asintió José.
Después de los estudios el doctor confirmó el parentesco.
_Viste, somos hermanos.
_Pensé que no.
_Pero ya sabés que lo somos.
Vamos a festejar, entonces, lo lindo de esta historia.
Fin.-
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