lunes, 1 de junio de 2015

Cuento: “EL DIARIO DE TOBÍAS ”



    Martes 3 de Julio de 2134. Hoy amaneció como siempre, oscuro y negro.
   Tragué mi comida en píldora transparente FX32 más rápido que de costumbre.
   Salí a ver el cielo. Caminé mucho, estaba preocupado. De pronto encontré una baldosa rota con algo luminoso que llamó mi atención.
   Corriendo, fui a buscar a mi amigos Theo, Telma y Thiago; y también, a mis bisabuelos. Todos nos pusimos a cavar. Algo plateado nos llamó la atención, decía: “cápsula del tiempo”.
   Telma levantó la tapa, Theo sacó lo que estaba adentro y yo no podía creer lo que veía. Una especie de rectángulo (parecía como un marco) y una lámina con muchas personas que se abrazaban y levantaban unos cilindros con unos líquidos de distintos colores. ¿Ellos no tomaban la
fórmula FX32 para estar sanos y nutrir el cuerpo? Había además una carta que, entre otras cosas, decía: “Cuiden el agua, nosotros no lo pudimos hacer y estamos pagando las consecuencias.
   Vivimos en un desierto, rodeados por la muerte de todos los seres vivos, apenas sobrevivimos”.
Con mis amigos nos quedamos extrañados mirando las láminas de personas que se abrazan. Estaban ubicados frente a algo que no sabíamos que era, una especie de masa color azul-verdoso que parecía moverse. Además... esos cilindros que levantaban ¿qué contenían en su interior?
   Mi bisabuelo me explicó que hace muuuchos años las personas tomaban agua y vivían en un mundo con océanos, ríos, lagos, y que cada tanto caían hermosas gotas de lluvia. Existían losarcoíris, las plantas, los árboles, animales fantásticos de maravillosos colores, diferentes unos de otros. Habitaban en lugares que se llamaban selvas, praderas, sabanas y el mundo no era gris y oscuro, ni tan seco como ahora.
    Entonces pregunté: ¿Dónde está toda esa agua?
    Él me contestó: “¡La última gota la vi en el año 2059! Fue en la última lluvia. Los científicos nada pudieron hacer. Desde los últimos años del siglo XX y comienzos del siglo XXI muchos estudiosos trataron que los habitantes de la tierra se dieran cuenta de la importancia del agua, realizaron encuentros con los líderes mundiales para alertar sobre el cuidado del planeta. Se formaron grupos, todos con el mismo objetivo: preservar los recursos de la Tierra. Pero todo fue inútil, el deseo de poder y riqueza de ciertos sectores llevó el planeta al desastre y ahora sí estamos arrepentidos, apenas sobreviviendo… Ahora hablando con ustedes viene un recuerdo a mi
memoria. Cuando era muy chico mi papá me llevó a una caverna en el desierto y allí había una pequeña olla natural con un resto de agua”
   "Bisabuelo", le dije, "tenemos que ir en busca de ese líquido maravilloso".
   Todos preparamos la expedición. Hicimos un mapa con ayuda de la memoria del gran “abu” y sin perder un segundo, más que para buscar provisiones, partimos. El desierto se ubicaba en un lugar de Argentina que antes se llamaba Tigre y que según datos que encontramos era un delta, es decir, un lugar con un gran río que se abría en canales y formaba cientos de islas.
   La memoria de mi bisabuelo era grandiosa. Pudimos llegar a la caverna sin problemas, y allí atrás de una gran piedra, vimos lo que no puedo describir con palabras… maravillosa, mágica, reluciente, bella… AGUA y rodeando la olla de piedra unas pequeñas cosas verdes. “¿¡Esas son plantas!?” dijo el abu, “no lo puedo creer, son plantas, son CACTUS.”
   No sólo había agua, sino también plantas y pequeños animales ¡Eran gusanos!
   Habíamos encontrado un tesoro que quizás nos permitiría a todos empezar de nuevo.
   El abu se contactó con un grupo de científicos. Al principio, no nos creyeron, pero luego frente a lo que vieron en la cueva no pararon de dar saltos de alegría.
  Ahora todos somos responsables de lo encontrado. Los científicos están buscando la manera de agrandar ese pequeño ecosistema, los líderes de las naciones firmaron un tratado de paz mundial para proteger el lugar.
   Nosotros, los habitantes, debemos comprometernos a cuidarlo… tenemos una segunda oportunidad, no podemos desperdiciarla.



      
Autores:  Los chicos de quinto grado.-






2 comentarios:

Luisa, la Dire dijo...

Un gran cuento de pequeños autores.
Lo bueno viene en frasco chico, dicen.
Los felicito!

Anónimo dijo...

¡Felicitaciones a los chicos de quinto!

Un bello cuento con un mensaje muy importante.

Ana Claudia