jueves, 21 de marzo de 2013

En honor a la poesía y a la infancia de los seres queridos :)

Increíbles rutinas de Pancitas argentinas
(fragmento)

Todo el mundo tiene panza,
de la Argentina al Japón;
es un bultito que avanza
encima del pantalón.
Hay panzas casi invisibles
y otras muy desarrolladas,
pancitas indescriptibles
y panzas embarazadas.
Unas parecen tablitas
de tan chatas y escondidas
y otras están bien llenitas
de panchos y otras comidas.
Hay gente que nunca muestra
su panza si va a la playa,
y conozco una maestra
que tiene la panza a rayas.
Pero sobre todo hay tres
hermanitas adorables:
al derecho y al revés,
tienen panzas memorables.
Ésta es la historia incompleta
de esas muchachas divinas
y sus panzas en chancletas:
las Pancitas argentinas.
Para empezar, les comento
sus dulces nombres de pila
que son tres golpes de viento:
Grisel, Débora y Yamila.
Y ahora querrán saber
por qué les dicen Pancitas:
es que, de tanto comer,
están un poco gorditas.
Es por eso que hacen danza
con un profesor danés,
a ver si bajan la panza
moviendo mucho los pies.
Yo les digo que no importa,
que sus panzas son perfectas:
mejor comer una torta
que dedicarse a hacer dieta.
Y las corro siempre en broma,
tratando de hacerles mimos
en esas panzas que asoman
como frutas en racimos.

          Guillermo Saavedra
Ilustraciones de O'Kif.
Buenos Aires, Alfaguara, 2000.
Colección Infantil.

2 comentarios:

Lucrecia Traverso dijo...

Que linda poesía para este jueves gris seño Andre!!!!!

Seño Rosana dijo...

Me hiciste reir, jajajajaja